29.5.17

Adentro

Un bloqueo. Un bloqueo mental.
Agua. Agua por doquier.
Se inunda, desborda, rebalsa, se ahoga.

Pero se queda quieto en su lugar. En la posición que decidió tomar.
Sin protegerse en lo absoluto, sostiene con esfuerzo la puerta y la ventana.
Hace lo que puede para que se queden firmes donde están. Para que no se dañen.
Sin embargo la humedad hincha la puerta, y la fuerza del agua comienza a resquebrajar los cristales de la ventana.

No importa cuánto esmero ponga, no puede sostener todo.
El agua avanza. Siente que lo cubre por completo.
En simultáneo, el dolor intenso en el pecho: opresión y vacío.
Un desgarro que quema.

Pero no va a soltar. No va a soltar.
No baja la mirada ni por un segundo. Recibe todo.
Como un recipiente. Se llena del agua que le rodea.
Trata de contenerla, de aliviar el dolor.

Va a resistir todo lo que pueda en su afán de ...
(¿Y adentro? ¿Adentro de él qué queda? ¿Adentro de él qué pasa?)

Cansancio general.
Cuerpo. Alma.
Un poco más.
Un poco más.
Que no se note su agonía.

El agua va a bajar.
La sensación de asfixia se va a ir.
Reparará la madera de la puerta.
Pondrá nuevos vidrios a la ventana.

Va a vivir.
"No te olvides de respirar".


~ ...más que ninguna otra cosa, ella me daba la mano y eso era amor ~

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