26.2.18

Ingenuidad

A veces
me acuerdo
de esa emoción:
una alegría exorbitante
que me embargaba el pecho
me hacía sentir
capaz de todo.
Unas ganas de saltar
de reír..
qué sensación tan placentera.
Podía volar;
estaba siempre a un paso..
tan cerca
de lo que quería.
Eso también daba miedo,
pero por sobre todas las cosas
me daba felicidad.

Saberte tan cerca,
saber que dentro de poco te vería,
que podía compartir tiempo con vos,
jugar como siempre.
Algo se encendía en mí
y no se apagaba
jamás se apagaba.
Esa luz
llenaba mis días
de tanta energía
que no había forma
de que las cosas
no salieran bien.
Todo brilla
cuando esa sensación
me llega.
Todo me llama,
y me siento abierta
fuera de mí
un poco en todos lados
Pero todos esos lados también son yo.

Se me escapa la sonrisa.
Cada vez que pienso en eso.
Se me escapa la sonrisa.