Cuando él habla, sus palabras suenan en mis oídos, aunque la distancia no me deja oír su voz.
El eco me transmite una idea general.
Que hay algo que sencillamente aún no puedo lograr.
Y aunque no quiera admitirlo, eso es: madurar.
Aún así hay cosas que el eco transmite -de esa voz que tan lejos de mí parece estar- y es así como me entero, de que hay certezas en mi vida que ya no puedo cambiar.
Y a medida que el tiempo se escurre entre mis manos, aunque sea poca la arena que cae de ellas, ese montículo que pierdo, hace que me percate del resto del montículo que queda por caer.
Es así como reafirmo las verdades que el eco, de voz tan lejana, me dice con frecuencia; aunque yo intento no escucharlas.
Es así como reafirmo las verdades que yo me digo con frecuencia, aunque mi eco intenta disiparlas.
Algunas certezas llevo en mi canasta.
1 comentario:
antes aire
ahora arena...
estas muy elemental
espero que sea para bien,
no es bueno cuadno desapareces
pero esta vez es por motivos de fuerza mayor....
Publicar un comentario