Un año atrás agradecía tu presencia en mi vida, que hayas aparecido para mí.
Y ahora te desvaneciste y ¿qué? ¿también lo agradezco?
Todo siempre queda detrás de mí. Lejos de mí. Y no importa cuánto quiera alcanzarlo ni lo que intente para lograrlo, jamás llego. Y esas cosas se esfuman, desaparecen, se las lleva el viento lejos lejos.
Me olvido que lo único que queda soy yo. Conmigo misma. Y no aguanto pensar. No aguanto. Y hago quinientas cosas para distraerme. Y corro, literalmente corro de ese lugar donde no quiero estar, esperando que en esa aceleración todas esas cosas que no deseo que pasen, que desearía borrar o evitar, en realidad no ocurran. Pero pasan. Inexorablemente suceden. Me llegan. Me chocan con la fuerza de su existencia.
Y yo siempre me quedo hasta el final. Con todos mis petates, con todos mis amores, con todos mis recuerdos. Golpeada por el suceso. Sola.
No hay comentarios:
Publicar un comentario