Quiero renunciar
a esta tierra gélida, impenetrable
Pero tengo miedo
de que el calor igual no me encuentre, de seguir entumecida
Tengo miedo de que la decisión no sea la correcta
tiesa, inmóvil bajo el acolchado blanco que se mancha de tierra cada vez que me toca
Tengo miedo de no encontrar otro trabajo
ciega, atascada en un remolino oclusivo y aterido
Tengo miedo de que no me alcance
impertubable sensación de carencia, de insuficiencia
Y que eso haga que me enoje con los demás por decisiones propias
insensata, intolerante, incongruentemente cruel como la nieve que te tajea las manos
¿De qué sirve saber si no se actúa en consecuencia?
.
.
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Tengo miedo de morirme así.
Infeliz. Vacía. Yerma.
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