26.4.11

26 de abril.

La magia hizo que los cuentos se mezclaran y en una maravillosa intertextualidad, una bestia cautivó a una bella durmiente con sus dulces palabras, con su brutal fuerza, con su independencia y con sus miradas y gestos solitarios. El tiempo pasó y como en todo buen cuento reinó el amor y el sol y todas las cosas buenas y lindas y felices, incluso con alguna que otra rabieta en el medio. Hasta que cierto día la bestia hizo un viaje sin su bella durmiente y decidió romper la magia. Y entonces todo ese encanto divino se desmoronó. La bella durmiente quedó sin su bestia, sin su cama, sin sus sueños, sin su magia, sin su hermosa sonrisa y su casi idiota ingenuidad,.. pero con muchas certezas y una nueva fortaleza.

Y en vez de una bestia ahora tiene un príncipe como Dios manda.

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