Camina y sabe a dónde va.
Lo hace con seguridad, con firmeza.
Lleva una sonrisa en el rostro, la alegría a su alrededor es casi tangible.
¿Qué cosa en el mundo puede cambiar eso?
Nada.
El sol le sonrie, la lluvia le hace feliz.
El viento le da placer, las nubes le brindan alivio.
La música suena en sus oídos, su voz emana contenta,
no es algo que pueda reprimir, no es algo que pueda guardar.
Hace tan bien tener todo fuera y que nada cambie.
La felicidad que siente es etérea, pero es enorme a la vez; es un soplo que puede durar un momento, pero es el momento.
Basta con ser feliz.
Alcanza con este bienestar.
Camina, los pasos quizás se pierdan en el futuro, pero fue feliz.
Camina, los pasos quizás no se confundan de camino, y seguirá siendo feliz.
El sentimiento es avasallante, y se rinde ante él, deja que le domine, que le recorra todo su ser.
No va a dejarlo ir, hasta que tenga que.
Qué lindo, sonreír por nada.
La tranquilidad.
2 comentarios:
los "lindos días" son Hermosos !!!
igual este post deja una sensacion de vacio...
como que para ser tuyo le falta algo.
La autora sabe que los lindos días podrían ser muchísimo más hermosos y supongo que debe ser por eso que inconscientemente a pesar de mostrar felicidad, presenta un dejo de vacío.
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