Existen días en los cuales me siento tan miserable... pero no miserable de pobre, de falta de dinero; sino de miserable de pobre, de falta, de carencia de amor...
Y ahora lloro a escondidas, en el pasillo que va del ascensor a la puerta de mi casa y todo por qué ? Porque me había prometido no llorar; o por lo menos no frente a él, porque sería visto como un signo de debilidad cuando en cambio es más bien un momento liberador y tranquilizante.. me hace pensar...pero hay algo que es seguro...: si todos los días fueran malos ya me hubiera ido de mi casa. A veces creo que acabaré matándolo un día si es que él no se modera y yo no me fui antes de mi hogar.
Pero aún así la balanza pesa más del lado de las cosas buenas y es eso lo que reafirma cada mañana mi posición, mi lugar, mi estadía en mi casa. Eso, y mi mamá.
Yo no creo en Dios.. o por lo menos eso creo XD... Pero suelo pensar, cuando me aqueja algún drama y es ella quien siempre está para todo y quien me ayuda a sobrellevar cada mal y cada buen momento, que mi madre es la demostración perfecta de que Dios sí existe.
