qué ganas que tenía
de agarrarte la mano esa tarde
tirados durmiendo la siesta
fingiendo la entrega
las sábanas me susurraban en el oído
dos veces dormí así de tiesa, estatua
la piedra el deseo
el cincel desbastando lo indecente
que mis dedos rozaran la piel de tu mano
una curiosidad que retuve en la red
hacerte un mimo quería
pedirte tu tiempo
hacer que tus ojos sostuvieran mis manos
que tus manos me arrancaran besos
que tus besos me hicieran escribir poemas
en los que los árboles se sacuden
el aire se prende fuego
las flores de los jacarandás de la nueve de julio caen en el pavimento
tus labios me estremecen
las piernas se aflojan contra todo pronóstico
no es una novela esto
pero esta parte llega
como probar las frutillas en septiembre
esas que esperé todo el año
un dulce que me hace cerrar los ojos
un ácido que me hace agua la concha
quería hacerte mimos
pero me robé todos
vos creíste que me habías dejado en bolas
pero la verdad es que las joyas las tengo bien guardadas
gracias por el tesoro